Para empezar, es importante entender por qué surge ese sentimiento de incomodidad y timidez. Aquí tienes una guía simple y clara para dejar de sentirte cohibida en la cama.
En primer lugar, no esperes que «se pase solo». Claro, si apenas estás comenzando tu vida sexual, la inexperiencia tiene su influencia. Pero, imagina, hay casos en que una pareja ya vive junta y ella sigue sintiéndose nerviosa y tímida. Y se refugian, por ejemplo, en apagar la luz; esto también tiene su origen ahí 😉 No puedes culpar a la inexperiencia de esta incomodidad.
Entonces, ¿el problema está en otra cosa? ¿Y cómo saber cuál es el problema? En realidad, hay dos razones principales para sentirse cohibida en la cama: o te avergüenzas de ti misma o del propio sexo.
Me avergüenzo de mí misma y de mi cuerpo
Te preocupas por tus pechos pequeños o por un lunar supuestamente feo y temes que tu pareja los vea y… ¿qué? ¿Que decida de inmediato que no quiere tener nada que ver contigo? ¿Que se levante y se vaya? ¿Quieres un secreto? Si tu pareja quiere hacer el amor contigo, significa que le gustan tus pechos pequeños. Y el lunar, que consideras tan horrible, no te hará parecer de repente un monstruo en sus ojos.
Por supuesto, no hay nada raro en que no te guste alguna parte de ti misma, a todas nos pasa. Pero no dejes que tus obsesiones sobre tus defectos (que pueden ser imaginarios) te priven del placer. Al menos el hecho de que él te desee debería animarte un poco 😉
Recuerda que el sexo no se trata de si tu abdomen es lo suficientemente plano. Se trata de que dos personas quieren estar juntas. Y, por supuesto, del placer. Así que concéntrate en tus sentimientos y en la persona que tienes al lado, no en cómo te ves.
Si este pensamiento no te consuela, puede que tu autoestima esté realmente baja. Y eso significa que debes hacer algo al respecto de inmediato. Lo ideal sería consultar a un psicólogo que te ayude a trabajar en estos problemas y finalmente a amarte tal como eres. Pero también puedes empezar por tu cuenta.
Aquí tienes dos ejercicios útiles:
- Estudia tu cuerpo: Desnúdate y párate frente a un espejo, gírate, mira cómo se mueve. Intenta ver tu cuerpo con los ojos de otra persona: ¿qué le gustaría, qué características notaría? Observa tus pensamientos; no te permitas criticarte en ese momento, solo sé una observadora.
- Descubre qué te gusta: Cierra los ojos, relájate y acuéstate en la cama. Pídele a tu novio que explore tu cuerpo, que lo toque por todas partes. Cambien la velocidad y la presión. Nota qué te parece agradable y qué no provoca ninguna reacción. La tarea no es llevarte al orgasmo, sino explorar tus propias sensaciones y unirte realmente a tu cuerpo.
Me avergüenzo del sexo
Lo más probable es que esto venga desde la infancia. En muchas familias, el tema del sexo estaba prohibido, y el cuerpo desnudo se consideraba algo vergonzoso. Incluso hoy en día, la actitud hacia el sexo es bastante ambigua. Si te han dicho toda la vida que el sexo es para «chicas malas» y que los chicos solo quieren meterse bajo tu falda, claro que te costará relajarte. Pareces entender que no hay nada malo en ello, pero en el fondo siempre pensarás: «Las chicas decentes no hacen eso».
Es difícil resolver esto por tu cuenta. Lo mejor sería, de nuevo, consultar a un psicólogo. Gran parte de nuestras prohibiciones internas están relacionadas precisamente con la sexualidad, por lo que es mejor empezar a abordarlas cuanto antes.
Habla con tu pareja. Ambos tendrán que ser pacientes, porque estos problemas no se resuelven de la noche a la mañana. Pregúntate cada vez de qué exactamente te avergüenzas y por qué. Cuando entiendas que el problema está en reglas anticuadas, será más fácil dejar de sentirte cohibida.
